La crema fría de calabacín y aguacate es una receta refrescante perfecta para los días calurosos. Esta sopa fría combina la suavidad del aguacate con la frescura del calabacín, creando un plato sabroso y nutritivo que puedes disfrutar en cualquier momento del año.
Ingredientes para la crema fría de calabacín y aguacate
Para preparar esta deliciosa crema necesitarás los siguientes ingredientes:
- 2 calabacines medianos
- 2 aguacates maduros
- 1 diente de ajo
- ½ cebolla
- 1 limón (el jugo)
- 2 tazas de caldo de verduras
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Preparación paso a paso
A continuación, te mostramos cómo preparar esta crema fría en unos sencillos pasos:
- Pela y corta los calabacines en trozos grandes.
- En una olla, sofríe la cebolla picada y el ajo en un poco de aceite de oliva.
- Añade los calabacines y cocina hasta que estén tiernos.
- Retira la olla del fuego y deja que los ingredientes se enfríen a temperatura ambiente.
- Una vez fríos, añade los aguacates, el jugo de limón, el caldo de verduras, sal y pimienta.
- Usa una batidora de mano para triturar todos los ingredientes hasta obtener una crema suave.
- Prueba la crema y ajusta la sazón si es necesario.
- Refrigera la crema durante al menos una hora antes de servir.
- Sirve la crema fría de calabacín y aguacate en cuencos individuales y decora con un chorrito de aceite de oliva y algunas hojas de cilantro.
Beneficios de la crema fría de calabacín y aguacate
Además de ser una delicia para el paladar, esta sopa fría aporta una serie de beneficios para la salud. El calabacín es bajo en calorías y rico en fibra, lo que favorece la digestión y ayuda a mantener un peso saludable. Por su parte, el aguacate es una excelente fuente de grasas saludables, vitamina E y potasio, que contribuyen al buen funcionamiento del corazón y control de la presión arterial.
Variedades y personalización
Una de las ventajas de esta receta es su versatilidad. Puedes personalizar la crema fría de calabacín y aguacate añadiendo ingredientes como cilantro, chile para un toque picante, yogur griego para mayor cremosidad o pepino para un extra de frescura. ¡Deja volar tu imaginación y crea tu propia versión única!
¿Cuándo es mejor disfrutarla?
Esta crema es ideal para ser servida como entrante en una comida ligera o como plato principal en una cena veraniega. Su textura suave y cremosa la convierte en una opción refrescante para combatir el calor y saciar el apetito de forma nutritiva.